19.1.10

Soy nerd, ¡y qué!


No uso anteojos, menos camisa. No me peino al medio ni llevo lapiceras. Pero acá estoy, como un nerd, haciendo cosas que jamás solía hacer. Era simple. De barrio. De los que jugaban a la pelota con los vagos. Ahora, en cambio, paso 14 horas diarias sentado frente a una pantalla. Mis dedos están musculosos. Y no es que haga gimnasia. El teclado es mi ejercicio de todos los días, en una vida totalmente cambiada a mi infancia. Si ya hasta al fútbol lo juego en la máquina. Antes, apenas sabía lo que era un disquete. Es más, internet sólo era el dibujo de una E en mi PC. Se me fue lo deportivo y me ganó la vagancia. Aunque muchas veces son horas trabajadas. No me interesa ser Bill Gates ni crear algo en la red. Pero ya le tomé el gustito y lo confieso: sí, soy un nerd, ¡Y qué!