
Robotitos solitarios. De a montones. De bajo consumo, con pilas recargables. Dispersos por todos lados, resguardados en cientos de cajas azules. Seis por cada ala. De norte a sur; de este a oeste. Arriba y abajo. Cada uno a las órdenes de su líder. No se venden. Son Personal. Pero desean escapar. Nadie se quiere quedar en ese lugar. Sí cobrar. Chau 2009 dirán. Y ahí estarán. Robotitos solitarios. De a montones. ¿Hasta cuándo este desorden? Por lo pronto seguirán, siempre y cuando alguien los haga callar.