25.2.09
Soñar no cuesta nada
18.2.09
Chichem, en letra de Joaquín
Y SIN EMBARGO
De sobras sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por ti la vida entera.
Y, sin embargo, un rato, cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera.
Ni tan arrepentido ni encantado de haberme conocido, lo confieso. Tú que tanto has besado tú que me has enseñado, sabes mejor que yo que hasta los huesos sólo calan los labios que no has dado, los besos del pecado.
Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada.
Y me envenenan los besos que voy dando y, sin embargo, cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado, y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura.
No debería contarlo y, sin embargo, cuando pido la llave de un hotel y a media noche encargo un buen champán francés y cena con velitas para dos, siempre es con otra, amor, nunca contigo, bien sabes lo que digo.
Porque una casa sin ti es una oficina, un teléfono ardiendo en la cabina, una palmera en el museo de cera, un éxodo de oscuras golondrinas.
Estribillo: Y me envenenan los besos que voy dando...
Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina y bailes sin orquesta y ramos de rosas con espinas.
Pero dos no es igual que uno más uno y el lunes al café del desayuno vuelve la guerra fría y al cielo de tu boca el purgatorio y al dormitorio el pan de cada día.
Estribillo: Y me envenenan...
14.2.09
Que 20 años no es nada
3.2.09
Pequeñas estupideces
¿POR QUÉ?
1- Cuando están aburridos van a la cocina y abren la heladera. Como nada les apetece, la cierran. Cada 10 minutos repiten esta operación. ¿Qué esperan?¿Que aparezca su plato favorito?
2- Cuando el control remoto de la tele se está quedando sin pilas, aprietan con más fuerza los botones (y con insistencia) ¡A veces hasta con ambas manos! ¿Eso recarga las pilas?
3- Ni bien les suena el celular y lo atienden, se ponen de pie y empiezan a caminar mientras hablan. ¿La caminata les activa el centro cerebral de la palabra? ¿O es que tener apoyada la cola les entumece las ideas? ¡Quédense quietos!
4- Cada vez que meten algo en el microondas se quedan mirando, como pelotudos, cómo gira el plato.
5- Escuchan ruidos en la casa y creen que hay alguien asechando. Las luces no las prenden...claro, pero se acercan despacito y anuncian a viva voz: “¿QUIÉN ANDA AHÍ? Felicitaciones, el que estaba a lo oscuro acaba de conocer tu posición por el sonido. O peor aún, no falta el boludo que grita “TENGO UN ARMA”. Fabuloso: le acabas de decir dónde estás y además le diste tiempo para que cargue su propio revólver y te llene de plomo.
6- Me corté el pelo hace una semana. Todos los que me vieron no pudieron resistir la frase: “¿Te cortaste el pelo?” (no pelotudo... se me encogió)