
El cumple arrancó temprano. Con el correr de las horas, la tarde, poco a poco, comenzó a calentarse, con una mínima de 40 grados. Por suerte, la piletita (tremenda piletón) calmó a más de uno. De bonus track, buena música y unos porroncitos helados acompañaron las aguas cristalinas (hasta que se metió el señor H), siendo “el día ideal”.
Pero todo lo bueno duró hasta las 7 PM. Fue la hora en que la última cerveza se despidió de nuestras bocas. Alrededor de 36 botellas de marca Q (también hubo B) desaparecieron. Se las tomaron (cuack). Fueron a parar a la panza de los 10 pibes que nos encontrábamos en el patio de Mr. N o M, como prefieran. A esa hora, a nadie ya no le importaba nada. “Asquinasky” era la palabra elegida por muchos (se imaginarán el estado) Pero dos personas resaltaron. Dos que, de lunes a viernes son grandes caballeros, pero los sábados (algunas veces domingos) ¡agarrate, Catalina! Sus iniciales: C y S. El primero, un Licenciado de muchos intereses; el segundo, un numeroso que le gusta palpitar la vida. “¿Qué es la oferta y la demada?”, fue la pregunta que desató el conflicto. Ya al ser C y S tenía que haber una pica. Se odian esas letras. Y bardearon y bardearon. Me hartaron. Como así también al cumpleañero, que nos había prometido un asadito a la noche y nos terminó corriendo de su casa (en el buen sentido, tenía una recibida, dicen) Así que nos tomamos el palo (¿hasta eso?) Partimos al hogar de S. En el camino, compramos unos chorizos, pasados por cierto, y con un olor a mierda; también, unas birras bien calientes e intomables (sólo nosotros) Sin nada para hacer, porque ¡ni música había! tuvimos al final un feliz no cumpleaños con una noche fea. ¿Que pensaban que iba a tener un final atrapante? Nah. Leru, leru. Cuando no sabés de qué escribir, sale esto. Algo es algo.
Pd: Los de la foto son los señores C, M y S. Abrazo (de oso)
Pero todo lo bueno duró hasta las 7 PM. Fue la hora en que la última cerveza se despidió de nuestras bocas. Alrededor de 36 botellas de marca Q (también hubo B) desaparecieron. Se las tomaron (cuack). Fueron a parar a la panza de los 10 pibes que nos encontrábamos en el patio de Mr. N o M, como prefieran. A esa hora, a nadie ya no le importaba nada. “Asquinasky” era la palabra elegida por muchos (se imaginarán el estado) Pero dos personas resaltaron. Dos que, de lunes a viernes son grandes caballeros, pero los sábados (algunas veces domingos) ¡agarrate, Catalina! Sus iniciales: C y S. El primero, un Licenciado de muchos intereses; el segundo, un numeroso que le gusta palpitar la vida. “¿Qué es la oferta y la demada?”, fue la pregunta que desató el conflicto. Ya al ser C y S tenía que haber una pica. Se odian esas letras. Y bardearon y bardearon. Me hartaron. Como así también al cumpleañero, que nos había prometido un asadito a la noche y nos terminó corriendo de su casa (en el buen sentido, tenía una recibida, dicen) Así que nos tomamos el palo (¿hasta eso?) Partimos al hogar de S. En el camino, compramos unos chorizos, pasados por cierto, y con un olor a mierda; también, unas birras bien calientes e intomables (sólo nosotros) Sin nada para hacer, porque ¡ni música había! tuvimos al final un feliz no cumpleaños con una noche fea. ¿Que pensaban que iba a tener un final atrapante? Nah. Leru, leru. Cuando no sabés de qué escribir, sale esto. Algo es algo.
Pd: Los de la foto son los señores C, M y S. Abrazo (de oso)