31.12.09
23.12.09
Robotitos

27.11.09
Honor y gratitud
10.11.09
¿Qué ves cuando me ves?
7.11.09
Incomparable
16.10.09
¡D10S mío!

23.9.09
Mensajes subliminales (sólo para entendidos)
Pero lo que importa es lo que hizo este hombre. Para aplaudirlo. No la dudó y, en un abrir y cerrar de ojos, contrató a robotitos (me incluyo) para que le facturen un fangote de guita por día y sea feliz de por vida. Lo consiguió, por supuesto. Hoy, tiene casi mil y pico de 007 (ya saben lo que ese número), cosa que no es poco. Todo bien. Laburo para algunos, algo importante. Lo que da bronca es ver a personajes que piensan, como son un cacho más (en ese lugar solamente), creen te pueden manejar como quieran. Muchas cabezas ya se cortaron. Y muchas más habrá por decapitar. Pero no todo es negativo. Hay gente copada, que hace el aguante. Veremos qué pasa en un futuro no muy lejano. Mientras tanto, sigo pensando en lo bien que hizo este hombre (con ayudín del ruso) y en por qué escribí esto dejando, por supuesto, mensajes subliminales.
4.9.09
¡Whisky!

25.8.09
Stress

4.8.09
Nunca más
30.7.09
Ver para creer
Los Simpsons nos sorprenden día a día. Y gracias a un amigo, encontré imágenes de distintos episodios donde hacen las parodias de las escenas más famosas de algunas películas. Acá les dejo el link. Espero que las disfruten tanto como lo hice yo. http://www.actualidadsimpson.com/archives/category/de-cine
19.7.09
13.7.09
Palabrópolis

30.6.09
Más que Heidi, María Juana
24.6.09
¿Roja o Feroz?
17.6.09
Ignorancia

El trabajo consistía en atender a los clientes en un salón de belleza femenino llamado “Con personalidad”. Debía dejar satisfecho a los consumidores. No fue fácil para él; le costó al principio, es cierto. Pero de a poco se adaptó y se convirtió, en unos días, en el más buscado por la clientela. Pero este pibe lo que no se imaginó, ni contó (ni siquiera con su astucia), que ahí, en ese lugar, conocería el amor a primera vista. Gorda por donde se la mire, medio colorada, pecosa y con un defecto al caminar, vio a la mujer más linda del pueblo: Clementina. Enamorado él, cada día que pasaba la observaba de pe a pa. Tenía la excusa perfecta para ir a trabajar. Y una tarde, sin darse cuenta, ella, requerida por varios paisanos, lo miró.
Tímido, esa mañana Braulio agarró coraje y se le acercó. Se miraron, se estudiaron y, en un pestañar, se gustaron. Presumieron al principio, como todos. Fue entonces que una noche de luna lunera, tras unos tragos poderosos de Blue Curacao (de huevo), se estamparon el primer beso. Romántico. Nada menos que en el baile de Flavio. El ambiente era el mejor: música del príncipe Ariel de fondo y unas luces de papel celofán, que decoraban la situación. Todo estaba dado. Y cuando decidieron escapar juntos, fue ahí que se armó la gorda. Solos uno al lado del otro, cariño va, manito viene, un poco de tiki tiki… ¿Y? ¡¿YYY?! Clementina tiró la frase que ningún hombre (incluido este redactor) quiere (ni debe) escuchar: “estoy indispuesta”. La luna, el baile, la previa, todo, pero todo se fue al carajo. Braulio se sintió tan bajoneado, como su amigo que se bajoneó en ese momento, que no quiso escuchar nada más de ella. Fue así que la saludó, bien machista él, con un beso cachetesco y se despidió del lugar, dejándola sola (bah, con Andrés) en esa cama a medio desarmar.
Al día siguiente no se supo nada más de Braulio. Dejó el trabajo sin previo aviso y hasta Chicligasta, lugar que lo vio nacer. En cuanto a Clementina, se dice, quedó destrozada. Pero lo peor de todo es que ella nunca pudo llegar a explicarle al pobre hombre, que eso, lo que le había sucedido esa noche, sólo duraba una semana. Braulio, lamentablemente, (shh, shh), nunca lo sabrá. Le pegaron donde más duele: la ignorancia.
31.5.09
Sé que no sé

26.5.09
Mesa de galanes
14.5.09
Observatorio

4.5.09
Viernes 13

Los hijos del buen hombre se habían perdido tiempo atrás. El, decidido, los buscó por tierra y por mar, sin éxito alguno. Hasta ese viernes. Un viernes 13. Ese mediodía gris, donde las gotas lloraban desde el cielo anunciando que algo malo iba a pasar, pasó. Encontraron al pequeño Juan, en un callejón, junto a su hermana María Fernanda, abrazados, con los ojos cerrados y con marcas en sus manos. Así estaban los dos niños, de tan solo 9 y 10 años. Alguien había hecho algo malo. Horrible. Sin nombre. Los gritos desesperados de Doña Angela, la mamá, que llegó al lugar en el momento que el buen hombre avisó, eran desconcertantes. Como la mirada perdida de él. Habían asesinados a sus hijos, sin causa alguna.
Los años pasaron pero el mal recuerdo quedó por siempre. El buen hombre nunca más fue el mismo. Como así también el pueblo, que no supo encontrar al culpable de la horrible tragedia en el callejón de aquel viernes 13.
25.4.09
Vale oro
PD: si alguien tiene algo almacenado, comente ¡y mande foto!
21.4.09
Sonríe, te estamos filmando
14.4.09
Déjà-vu

29.3.09
Bailando, todos al sur
26.3.09
17.3.09
That's all folks!
10.3.09
Colgate conmigo
25.2.09
Soñar no cuesta nada
18.2.09
Chichem, en letra de Joaquín
Y SIN EMBARGO
De sobras sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por ti la vida entera.
Y, sin embargo, un rato, cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera.
Ni tan arrepentido ni encantado de haberme conocido, lo confieso. Tú que tanto has besado tú que me has enseñado, sabes mejor que yo que hasta los huesos sólo calan los labios que no has dado, los besos del pecado.
Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada.
Y me envenenan los besos que voy dando y, sin embargo, cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado, y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura.
No debería contarlo y, sin embargo, cuando pido la llave de un hotel y a media noche encargo un buen champán francés y cena con velitas para dos, siempre es con otra, amor, nunca contigo, bien sabes lo que digo.
Porque una casa sin ti es una oficina, un teléfono ardiendo en la cabina, una palmera en el museo de cera, un éxodo de oscuras golondrinas.
Estribillo: Y me envenenan los besos que voy dando...
Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina y bailes sin orquesta y ramos de rosas con espinas.
Pero dos no es igual que uno más uno y el lunes al café del desayuno vuelve la guerra fría y al cielo de tu boca el purgatorio y al dormitorio el pan de cada día.
Estribillo: Y me envenenan...
14.2.09
Que 20 años no es nada
3.2.09
Pequeñas estupideces
¿POR QUÉ?
1- Cuando están aburridos van a la cocina y abren la heladera. Como nada les apetece, la cierran. Cada 10 minutos repiten esta operación. ¿Qué esperan?¿Que aparezca su plato favorito?
2- Cuando el control remoto de la tele se está quedando sin pilas, aprietan con más fuerza los botones (y con insistencia) ¡A veces hasta con ambas manos! ¿Eso recarga las pilas?
3- Ni bien les suena el celular y lo atienden, se ponen de pie y empiezan a caminar mientras hablan. ¿La caminata les activa el centro cerebral de la palabra? ¿O es que tener apoyada la cola les entumece las ideas? ¡Quédense quietos!
4- Cada vez que meten algo en el microondas se quedan mirando, como pelotudos, cómo gira el plato.
5- Escuchan ruidos en la casa y creen que hay alguien asechando. Las luces no las prenden...claro, pero se acercan despacito y anuncian a viva voz: “¿QUIÉN ANDA AHÍ? Felicitaciones, el que estaba a lo oscuro acaba de conocer tu posición por el sonido. O peor aún, no falta el boludo que grita “TENGO UN ARMA”. Fabuloso: le acabas de decir dónde estás y además le diste tiempo para que cargue su propio revólver y te llene de plomo.
6- Me corté el pelo hace una semana. Todos los que me vieron no pudieron resistir la frase: “¿Te cortaste el pelo?” (no pelotudo... se me encogió)